Se acerca la recta final. El fin del semestre, todo tu esfuerzo ha llegado a la última etapa y debes demostrar que eres merecedor de pasar la materia con una buena calificación.

Pero te encuentras con un obstáculo, estás cansado, el semestre en línea te ha exprimido, no tienes ganas de más y estás a punto de tirar la toalla.

¡No lo hagas!, tú puedes con esto y mucho más. Falta muy poco y eres capaz de lograrlo. Solo necesitas motivación.

La motivación se define como el proceso que inicia, guía y mantiene las conductas orientadas a lograr un objetivo o a satisfacer una necesidad. Es la fuerza que ocupas para seguir adelante y sobre todo en esta situación tan difícil. Todo lo que haces, por más pequeño e insignificante que pueda parecer, es debido a una motivación. 

Al igual que los retos y proyectos que nos proponemos, las formas de motivación son muy variadas.

• Motivación extrínseca. Hace referencia a que los estímulos motivacionales vienen de fuera del individuo y del exterior de la actividad. Son recompensas externas como el dinero o el reconocimiento por parte de los demás. Una persona con motivación extrínseca trabajará duro por una tarea que debe entregar, a pesar de tener poco interés, pues la anticipación del reforzamiento externo le motivará a acabarla a tiempo.

• Motivación intrínseca. Esta viene del interior del individuo más que de cualquier recompensa externa. Se asocia a los deseos de autorrealización y crecimiento personal y está relacionada con el placer que siente una persona al realizar una actividad. Un individuo que asiste a los entrenamientos de fútbol simplemente por el placer que le supone practicar su deporte favorito.

• Motivación positiva.  Proceso por el cual un individuo inicia o mantiene adherido una conducta gracias a la obtención de una recompensa positiva, sea externa o interna.

• Motivación negativa. Proceso por el cual un individuo inicia o mantiene adherido una conducta para evitar una consecuencia desagradable, tanto externa como interna.